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“Nunca consideres el estudio como una obligación, sino como una oportunidad para penetrar en el bello y maravilloso mundo del saber”. Albert Einstein

Voy a poner un ejemplo familiar para muchos estudiantes. Ahí va:

El primer día de clase te propones estudiar y llevar los estudios, trabajos o proyectos al día, quieres sacar bien el curso, y tener más tiempo para dedicarte a las cosas que te gustan, por lo que te propones organizarte mejor para conseguirlo, el primer día lo haces, el segundo también, para el quinto estás cansado y te surgen mil excusas para no hacerlo.
Si la motivación que te impulsó a decidir estudiar todos los días fuera un hábito, darían igual las excusas, ¿No te parece?.

La motivación es imprescindible para empezar a hacer algo y para objetivos a corto plazo, pero no para mantener el esfuerzo a largo plazo como puede ser una carrera universitaria, una oposición u otro tipo de estudios.
El hábito es mas estable, consistente y productivo que la motivación.
Si no te queda claro, piensa en tus objetivos para el año nuevo, ¿Cuántas veces te los has planteado? Casi todos los años, ¿No?
Y ¿Cuántas veces los has conseguido? Casi nunca, ¿Verdad?

Si solo contamos con la motivación inicial y no llegamos a crear un hábito, no llegaremos a cumplir los objetivos propuestos, ya que la motivación es efímera, mientras que el hábito permanece.
La falta de motivación es algo natural, si lo único que nos motiva es la recompensa final y no lo conseguimos, nos desmotivamos, además ésta solo funciona a corto plazo, por eso cuando empezamos un nuevo curso, empezamos tan bien.

Pero exactamente ¿Qué es la motivación?
Son factores internos y externos que estimulan el deseo y la energía en las personas para estar continuamente interesadas y comprometidas con un trabajo, o hacer un esfuerzo para alcanzar una meta.
Este tipo de motivación no requiere esfuerzo, es algo natural, pero igual que se viene, se puede ir.
En resumidas cuantas son los motivos para la acción, para ponernos en marcha.

Y ¿Qué es un hábito?
Son rutinas de comportamiento que se repiten regularmente y una vez establecidas, las llevamos a cabo sin darnos cuenta o de forma inconsciente.

Así que mejor cultivar hábitos que confiar en la motivación.

No resulta nada sencillo cambiar de hábitos. Ten en cuenta que para cambiar tu forma mecánica de pensar y de actuar, tienes que contrarrestar muchos años de aprendizaje que se hallan profundamente arraigados en tus circuitos neuronales. Por eso el auténtico cambio exige esfuerzo y compromiso, especialmente en situaciones difíciles o en épocas de estrés.

¿Qué podemos hacer?
“Para tener éxito hay que elegir la dura disciplina, en vez del camino fácil de la distracción.”

Lo que está claro es que si quieres conseguir tus objetivos, necesitarás disciplina y pasar a la acción en lugar de dejarte llevar por lo fácil. Para tener éxito en la mayoría de los campos, necesitas ignorar lo fácil (resistir la tentación de ver la televisión), para centrarte en algo más difícil (hacer los deberes).

Es decir, resistir las tentaciones a corto plazo con el fin de cumplir las metas a largo plazo.
Para ilustrarlo, aquí tienes el famoso: Marshmallow test:

La capacidad de resistir las tentaciones a corto plazo tiene mucho que ver con el éxito en la vida, lo verás mejor con unos ejemplos:
Si resistes la tentación de ver la televisión y haces los deberes ahora, aprenderás más y sacarás mejores notas.
Si resistes la tentación de comprar helado y patatas fritas en el supermercado, comerás de forma más sana en casa.
Si resistes la tentación de dejar de hacer ejercicio en cuanto notas el menor cansancio y continúas un poco más, estarás más en forma.
Y así sucesivamente, piensa en algún ejemplo tuyo. ¿Qué puedes evitar a corto plazo, para conseguir un beneficio a largo plazo?

Toma conciencia de ello, ya que a mayor nivel de auto control, mejores notas, mayor autoestima, mejor forma física, mejores habilidades de relación, etc.

En esencia, la fuerza de voluntad es la capacidad de resistir las tentaciones a corto plazo con el fin de cumplir las metas a largo plazo.

Aunque pienses que esto no es para ti, que no tienes fuerza de voluntad, se puede entrenar, como los músculos en un gimnasio. Puedes empezar con algo fácil, por ejemplo, hacer la cama.
https://www.youtube.com/watch?v=U6OoCaGsz94 Inspiring: Change the World by Making Your Bed – by Admiral William McRaven

Si conviertes estas prácticas en hábitos, dejarás de depender exclusivamente de la fuerza de voluntad y estarás automatizando comportamientos que te lleven a unos mejores resultados académicos. Hoy en día las tentaciones son muchas, el móvil, redes sociales, salir de fiesta, y tienes que tener tú control sobre ellas, en lugar de que las tentaciones te controlen a ti.

Piensa en tus hábitos de estudio, ¿son saludables y constantes o empiezas bien y luego sucumbes a la menor tentación cuando vienen las épocas de exámenes?
Conecta con tu motivación e introduce un pequeño hábito que te facilite conseguir tus objetivos.
Empieza ahora a crear rutinas mas eficaces, y aprende a disfrutar del proceso. Toma conciencia de que el proceso de aprendizaje y madurez, requiere un pequeño esfuerzo, pero que a la larga trae muchos beneficios, y si no, que se lo pregunten a la mariposa.

LA LECCIÓN DE LA MARIPOSA
Un hombre encontró el capullo de una mariposa. Un día, apareció en él una pequeña abertura. El hombre se sentó y observó durante varias horas cómo la mariposa luchaba, esforzándose para poder pasar a través de ese pequeño agujerito.

El hombre pensó que no progresaba, que la mariposa había llegado al límite de sus posibilidades y que no podía seguir avanzando; entonces, decidió ayudarla.

Tomó una tijera y cortó el pedacito restante del capullo.
La mariposa, entonces, salió muy fácilmente. Pero tenía el cuerpo hinchado y las alas pequeñas y arrugadas. El hombre siguió observando a la mariposa, esperando que, en cualquier momento, las alas pudieran agrandarse y expandirse para poder soportar el cuerpo que, de un momento a otro se contraería.

Pero esto no sucedió; la mariposa pasó el resto de su corta vida arrastrándose con el cuerpo hinchado y las alas encogidas, y nunca llegó a volar.

El hombre no había comprendido, en su buena intención y apuro por ayudar, que el obstáculo del capullo y la lucha necesaria para que la mariposa pudiera pasar por la diminuta abertura, era el modo en que la naturaleza obligaba a que el fluido del cuerpo de la mariposa llegara hasta sus alas para que estuviera en condiciones de volar, una vez liberada del capullo.

¿Qué tentación vas a resistir esta semana para mejorar tus hábitos de estudio que te facilite “penetrar en el bello y maravilloso mundo del saber”?