¿Temes la vuelta al trabajo?

¿Tienes dificultades de concentración?

¿Te gustaría tener una apps que te ayudara a conservar la energía acumulada durante las vacaciones?

Se acaban las vacaciones y empezamos una nueva etapa antes de que finalice el año. Mucha gente sufre el síndrome post vacacional y les supone una época de gran estrés, otros simplemente no están preparados para la vuelta al trabajo, pero cualquiera que sea el motivo, necesitamos una preparación psicológica que nos haga más fácil la vuelta a la vida laboral o al “colé”, que no activa, porque el verano suele ser una época muy movida. Por otro lado, estaría bien disponer de alguna herramienta que nos ayude a dosificar la energía acumulada durante las vacaciones.

Podemos conseguir esa app ahora mismo y de una forma muy sencilla, yo la uso a diario y me va muy bien, se llama MEDITACIÓN.

Sí, ya sé que sabes qué es, pero voy a explicar un poco más en qué consiste y sobre todo cómo utilizarla.

Nos hablan de cuidar el cuerpo, el exterior, la belleza, la imagen. Estoy segura de que la mayoría ya se ha planteado volver a los hábitos alimentarios rutinarios, para perder ese par de kilos, que los estudios dicen que ganamos en vacaciones. También muchas pasarán por la peluquería antes de volver al trabajo.

Pero ¿Nos educan para cuidar nuestra mente, nuestro interior? La verdad es que no, no nos dan pautas para hacerlo y como hemos visto en los Juegos Olímpicos, la preparación psicológica es tan importante como la física.

¿Nos imaginamos a los atletas de élite actuales haciendo sólo el entrenamiento físico rutinario? ¿Qué tal si nos aplicamos esa preparación psicológica, aprovechando el tirón olímpico, para la vuelta al trabajo?

Está demostrado que la práctica de la meditación combate el estrés y mejora tu calidad de vida. ¿A qué estás esperando?

Todo lo que tienes que hacer es centrarte en tu respiración durante 10 minutos dos veces al día. Puedes utilizar tu móvil para programar el temporizador unos 10-15 minutos.

Encuentra un lugar tranquilo, siéntate cómodamente con la espalda recta, los pies plantados en el suelo y las manos sobre los muslos, haz una respiración profunda y al espirar, nota cómo te vas relajando más y más cada vez.

Centra tu atención en la respiración, el aire que entra…, el aire que sale, si te distraes con pensamientos o planes (lo normal al principio), vuelve una y otra vez a la respiración. Cuando suene la alarma tómate unos minutos para observar cómo te sientes.

La meditación es cuestión de práctica y un proceso, no esperes a estar estresada para empezar a meditar, ¡Empieza ya! Si queremos una buena cosecha, hay que preparar la tierra primero, quitar las malas hierbas, mover la tierra, abonarla, regarla y cuidarla; sólo así podremos recoger lo que plantemos.

Desde hace años utilizo la meditación a diario porque es una manera muy rápida de llevar al cerebro al estado alfa, lo que facilita la regeneración del cuerpo y la mente.

Te darás cuenta de lo bien que te sienta y descubrirás que es una forma fácil de cargar pilas para seguir con tus rutinas y una excelente herramienta para la vida.

Cuando estamos relajados todo nos va mejor, disfrutamos más y nos volvemos más creativos.

Un ejemplo famoso lo tenemos en Newton y su manzana, metáfora de la fuerza del pensamiento en estado de relajación, cuando previamente ha sido alimentado ¡Claro!

Como habéis visto, esto de la meditación es muy sencillo, no tienen nada que ver con la idea que tenemos de que hay que ser monje budista e ir a una cueva con incienso para hacerlo. Se puede practicar en cualquier lugar y a cualquier hora, lo único que necesitas es centrar tu atención en tu respiración, algo que siempre va contigo.

Aunque ojalá fuera más fácil, en este mundo tan acelerado, donde imperan la prisa y la rapidez, pararse 10 minutos a respirar puede parecer una eternidad y una pérdida de tiempo.

Prueba a hacerlo dos veces al día y comprobarás que menos es más, es decir, que con menos tiempo hacemos mas cosas. También que nos encontramos más relajados y centrados.

Te invito a encuentres un tiempo cada día para estar en silencio y meditar. No pierdes nada probándolo y serás “la diferencia que hace la diferencia.”