Cuando empecé a trabajar con creativos, me empecé a interesar por la creatividad y los procesos creativos. Lo primero que cayó en mis manos fue “6 sombreros para pensar” de Edward de Bono, y acabé leyendo varios libros suyos. Mas tarde, quise contrastar con otros autores y continué con Goleman, al que ya conocía por su inteligencia emocional y liderazgo y me interesé por su visión de la creatividad. Otro de mis intereses desde hace años ha sido el cerebro y su funcionamiento, así que cuando vi “Tu cerebro creativo: 7 pasos para maximizar la innovación en la vida y en el trabajo.” de Shelley Carson, no pude resistir la tentación de leerlo.
Finalmente buscando ejercicios prácticos en inglés para trabajar con mis alumnos di con “The Art of Creative Thinking. A practical Guide including exercises,” de Robert W. Olson, del que os dejo un ejercicio práctico para potenciar vuestra creatividad en la resolución de problemas cotidianos, o en lo que lo queráis aplicar.
Os dejo con un resumen de cada libro.
“No hay duda de que la creatividad es el recurso humano más importante de todos. Sin creatividad no habría progreso y estaríamos constantemente repitiendo los mismos patrones”. – Edward de Bono
El término Pensamiento Lateral (lateral thinking) fue propuesto por Edward De Bono para representar todos esos caminos alternativos que no estamos acostumbrados a tomar a la hora de encontrar soluciones a un problema.
Según De Bono la mayoría de la gente tiende a enfocarse en una sola forma de resolver un conflicto solo porque las otras vías para resolverlo no son visibles a simple vista.
El Pensamiento Lateral es un tipo de pensamiento creativo y perceptivo, como su nombre indica, es aquel que nos permite movernos hacia los lados para mirar el problema con otra perspectiva y es una habilidad mental que se adquiere con la práctica.
El pensamiento vertical o lógico se caracteriza por el análisis y el razonamiento mientras que el pensamiento lateral es libre, asociativo y nos permite llegar a una solución desde otro ángulo. Ambos pensamientos son importantes. El lateral incentiva nuestro ingenio y creatividad. El vertical nos ayuda a desarrollar nuestra lógica.
Los beneficios del pensamiento creativo son enormes, no solo para creativos, sino para todo el mundo.
¿El creativo nace o se hace? Creo que los 2 factores intervienen, aunque no podemos hacer nada al respecto de nacer creativo, sí podemos hacer mucho para trabajar y desarrollar nuestra creatividad.
Los ejercicios propuestos en estos libros, pueden ser un buen comienzo. Buscar soluciones alternativas a problemas cotidianos es otra forma, algo tan sencillo como ir a trabajar por rutas alternativas, cambiar tu respuesta ante un hecho que te provoca una reacción previsible (mi hijo no recoge su habitación y me enfado, por ejemplo), lavarse los dientes con la otra mano, jugar con las palabras, escribir, etc., por poner algunos ejemplos.
“El espíritu creativo,” de Daniel Goleman, Paul Kaufman y Michael Ray.
Daniel Goleman, el prestigioso autor de Inteligencia Emocional, Paul Kaufman y Michael Ray nos invitan a comprender el proceso creativo, a librarnos de pensamientos que nos bloquean y a dar rienda suelta a nuestra imaginación.
El libro es también un viaje alrededor del mundo, en el que podemos apreciar la creatividad en acción. Sus autores presentan a gente de diferentes partes del mundo que personifica la pasión, la persistencia y el humor capaces de dar vida al espíritu creativo.
“Un entorno rico y variado fomenta el pensamiento creativo.”
Escriben sobre qué pueden hacer los padres para ayudar a sus hijos a descubrir sus motivaciones y a desarrollar su imaginación sin obstáculos o nos presentan a empresas pioneras de Suecia, California o Iowa que han encontrado fórmulas fascinantes para intensificar la creatividad de sus empleados.
Cuando se despierta, el espíritu creativo anima un estilo de ser: una vida llena del deseo de innovar, de explorar nuevas formas de acometer tareas y de convertir sueños en realidad.
“Tu cerebro creativo: 7 pasos para maximizar la innovación en la
vida y en el trabajo.” Autora: Shelley Carson.
Nos encontramos ante un libro de lectura rápida con unas explicaciones muy claras sobre cómo funciona la creatividad cerebral. Resultará muy práctico para las personas interesadas en este ámbito y también para aquellas que quieran conocer más a fondo sus actitudes cerebrales.
Tu cerebro creativo, propone siete pasos fáciles de seguir para mejorar nuestra creatividad y la actividad cerebral. La creatividad no es un rasgo que únicamente disfrutan científicos, inventores, artistas, escritores y músicos, sino que todos, en casa y en el trabajo, utilizamos a diario nuestro cerebro creativo. Todos poseemos aptitudes para aumentar nuestra función mental y nuestra creatividad. La Dra. Carson propone siete modelos de activación cerebral que denomina CREATES: Conexión, Razonamiento, Visualización, Absorción, Transformación, Evaluación y Fluidez.
Para cada una de esas actitudes se hace una explicación previa (rasgos más relevantes), se explican diferentes vías para llegar a ellas (como trabajarlas), se describe la forma que adopta el cerebro y se plantean ejercicios que ayudarán a desarrollarlas.
Coincide con el “Espíritu creativo,” en que el entorno es importante. El ambiente físico y emocional que propicia la creatividad incluirá: exposiciones a trabajos creativos, tiempo para la soledad, contemplación de la belleza natural, pasar tiempo con otras personas creativas… Otro de los elementos importantes que ayudan a desarrollar la creatividad son la curiosidad intelectual, la experiencia y la motivación.
La mejor manera de desarrollar el cerebro creativo consiste en practicar los ejercicios del libro relacionados con aquellas actitudes que a cada persona le resulten más incómodas. Según Shelley Carson cualquier persona puede ser creativa si aumenta sus habilidades creativas mediante una práctica constante.
Por útlimo, está el “Arte del pensamiento creativo” de Robert W. Olson, en el que detallan exhaustivamente los procesos que pueden ser útiles para dirigir nuestro pensamiento hacia soluciones certeras.
Quiero destacar una técnica creada por el autor que se llama, Do it.
Es un método eficaz para la toma de decisiones, basado en 4 puntos, los que corresponden a sus iniciales (Do it=hazlo). Estos 4 pasos consisten en:
• D=Definir el problema, el conflicto o la situación complicada a la que uno se enfrenta de la forma más precisa, exacta y concisa posible. Para ello es útil cuestionar el origen del problema y sus causas. Es el momento del “porqué”, “debido a qué”, “dónde”, “en qué momento”, “cuando”, etc.
• O=Open, es decir, abrir la mente para ser capaces de admitir el mayor número de soluciones posibles y evitar frenarse en la primera opción resolutiva que surja. No es el momento de evaluar las ideas, sino de generar el máximo número de ideas, incluyendo las más peregrinas, como posibles soluciones.
• I=Identificar la solución óptima para la resolución del problema. Ahora sí es el momento de discernir, entre las ideas anteriores, cuáles pueden ser más válidas y descartar las que consideremos menos efectivas para el problema. Una vez elegida la mejor solución, hay que tener en cuenta las mejores y peores consecuencias que resultarían en el supuesto de llevarla a cabo, tratando de optimizar las buenas consecuencias y minimizar las peores.
• T:Transformar la solución en una acción que resuelva el problema y reconduzca la situación. Es necesario fijar por escrito cuál es esa idea final y desarrollar un plan de acción que nos sirva de guía para transformarla de forma efectiva.
La técnica Do it pretende potenciar y utilizar la creatividad en las personas para la búsqueda de soluciones, lo que ayuda a resolver conflictos o situaciones complejas mediante la toma de la decisión más efectiva.
En cuanto a la pregunta inicial: ¿Se nace o se hace creativo?
Espero que os haya quedado claro que la creatividad se hace y empieces a hacer algo al respecto.
¿Qué primer paso puedes dar para desarrollar tu creatividad?